TU REGRESO
Tus pasos en sentido contrario me perturban, me agobian, se meten sigilosos en mi alcoba y destrozan todo a su paso. Ya no hay amor pero vuelcas los planes de mi agenda ya programada hace un par de meses, despiertas incertidumbres que había matado a punta de madrazos dados por el tiempo, y ahora tengo que fingir ser cortes porque aún, en un chingado sitio de mi mundano ser, quiero verte. ¿Y cómo decírtelo de una buena vez si cada que lo hacia salias despavorido maldiciendo al destino por habernos puesto en el mismo camino otra vez? ¿Y cómo esperar más tiempo si lo que quiero desde hace más de 500 noches es verme de nuevo en tus ojos? Sera cuestión de valentía, enfrentarnos a nuestros karmas de una buena vez, desgarrarnos el alma, maldecirnos hasta que nuestras voces se apaguen, hasta que los reproches se nos acaben y así en el último suspiro matar lo que quedo de aquél amor...